martes, 3 de febrero de 2009

Plan Memoria...

Unos hábitos saludables y unos sencillos ejercicios son decisivos para conservar una retentiva brillante.
La memoria es un almacén y administrador de recuerdos que puede demostrar una velocidad sorprendente, pero a veces nos deja en blanco en las situaciones más triviales, como recordar el lugar donde se dejaron las llaves o el nombre de una


persona cercana. La calidad de la memoria depende, entre otros factores, de la capacidad de concentración, el nivel de estrés, la alimentación, la edad, la tendencia genética, la calidad del sueño, los hábitos tóxicos y la actividad intelectual. Aunque la aptitud para retener recuerdos se modifica a partir de los 30 años, cuando comienza un declive de las capacidades intelectuales, y algunas enfermedades neurológicas o degenerativas pueden alterar la memoria, la mayoría de los fallos de la retentiva se deben a problemas que se pueden subsanar, como las presiones del estilo de vida, la falta de gimnasia mental o la incompetencia para recordar.

Los despistes pueden manifestarse como una pérdida de información instantánea, o ‘’quedarse en blanco'’, o como la incapacidad de evocar la información que se busca en el archivo cerebral, es decir ‘’una laguna'’.

Muchas lagunas, como las que se producen cuando no se recuerda dónde se estacionó el coche, se deben a que se ha pensado poco en lo que se hacía, lo que hace que el acto deje una huella muy leve en la mente.

‘’El estrés influye en las lagunas de memoria porque afecta la capacidad de procesamiento, al impedir que la mente efectúe un análisis más rico para reconstruir una actividad mental determinada'’, señala el psicólogo americano Robert Wilson, de Chicago.

En las fallas de memoria también influyen el ritmo de vida que conlleva estrés, depresión, ansiedad y exceso de trabajo, y la falta de actividad física, que causa una menor oxigenación del riego sanguíneo cerebral.

La retentiva también flaquea por el actual bombardeo de datos a que nos vemos sometidos a diario, disipando la atención y haciendo que usemos menos la capacidad de recordar porque desconfiamos de ella, según el neurólogo americano Henri Rubinstein.

Pero los expertos coinciden en que la memoria puede usarse y aprovecharse mejor a cualquier edad, gracias a varias técnicas:

• El sendero imaginario
Establezca un lugar específico para dejar los pequeños objetos cotidianos, como las llaves del coche, lentes, bolsas, carteras o agendas. La comprobada asociación de la memoria con el espacio, también es útil para recordar objetos o conceptos, repartiéndolos imaginariamente a lo largo de un espacio familiar, como la casa, para después recorrer mentalmente ese espacio para recordarlos. También puede ser eficaz visualizar que se camina por un sendero rodeado por las cosas que se quiere memorizar, para después recorrerlo imaginariamente y así evocar esos datos.

• Ejercite las neuronas
Para ejercitar la atención, la concentración y la memoria inmediata, basta con prestar atención a los titulares de cualquier informativo de televisión y tratar de recordarlos al cabo de un cuarto de hora y al final del programa.

Para activar los procesos sensoriales, se recomienda recordar cómo van vestidas las personas de su entorno, observar la publicidad de una revista y después de 15 segundos, evocar el producto, marca, colores y escena, tratar de reconocer la voz de quien habla lo más rápido posible y localizar la procedencia y naturaleza de los ruidos que lo rodean.

• El reto de las listas
Para recordar la lista de la compra, se puede visualizar el cuerpo lleno de alimentos o productos colgados sobre éste; hecha la asociación la primera vez, basta recorrer la anatomía mentalmente para ir evocando, cada elemento y si hace falta, comprarlo. También se puede visualizar cada elemento asociado a situaciones exageradas: echarse un paquete de harina sobre la cabeza hasta quedar blanca, machacarse unos huevos en la frente, colocarse un collar de galletas alrededor del cuello, frotarse ajo en los ojos o comerse un bacalao vivo.

• Ante todo, ¡atención!
Para activar la capacidad de recuperar información son útiles las técnicas que enseñan a elaborar la información y a controlar la atención, ya que muchas veces no se recuerda algo porque mientras se efectuaba se pensaba en otra cosa.

Reflexione sobre qué tipo de cosas se le olvidan, en qué situaciones y en qué pensaba cuando efectuaba esa actividad; puede que no recuerde dónde dejó las llaves porque mientras las dejaba estaba pensando en el partido de fútbol.

• Con nombre y apellido
Para recordar el nombre de una persona en una reunión tome contacto visual en vez de simplemente escucharle, atienda con paciencia en vez de apresurarse a hablar antes de que otro haya terminado su frase, y repita el nombre de la persona varias veces en el curso de la conversación, llamándola por su nombre al dirigirse a ella y haciéndole varias preguntas. También se puede asociar el nombre a un rasgo físico sobresaliente de la persona en cuestión.

Algunas recomendaciones.

Leer activamente Es importante realizar ejercicios mentales para que la memoria se mantenga en forma. En este sentido, se debe adquirir la costumbre de leer en forma activa y profunda mediante la toma de notas y reflexión sobre lo leído.

Hacer una buena imagen. Si se le pierde muy a menudo las llaves o algún otro objeto, cuando los coloque en algún lugar trate de hacer una imagen mental de dónde los dejó. Si es sobre la mesa del comedor, vea la mesa y cierre sus ojos tratando de formar una imagen de ella con el objeto encima.

Hablar consigo mismo. Si la recomendación anterior no le funciona, puede utilizar, además de una imagen visual, una auditiva, para que las dos contribuyan a hacerle recordar. Si está dejando su automóvil en un estacionamiento lejano, pero éste se encuentra cerca de un árbol de manzano, diga en voz alta: "Estoy dejando mi coche cerca del árbol de manzano" lo cual reforzará su memoria. Si aún así se le dificulta recordar, miré alrededor. De pronto cerca del árbol de manzano hay una escalera. Éste otro aspecto también le puede ayudar a recordar.

Hacer relaciones de ideas Se relaciona fechas y nombres a algo que resulte familiar. Por ejemplo, si se olvida con facilidad la fecha de cumpleaños de alguna persona, pero cerca se celebrala Navidad o algún acostecimiento importante, se relaciona a este evento para no olvidarlo.

Hacer esquemas Los estudiantes deben tener la costumbre de hacer resúmenes, esquemas o subrayados al momento de estudiar.

Amarrar un cordón al dedo Muchas personas, como técnica para reforzar la memoria, se amarran un cordón en un dedo o cambian el reloj de muñeca con lo cual son capaces de recordar, ya sea el cumpleaños de alguna tía o que deben comprar algo antes de llegar a la casa.

Hacer listasSi debe comprar muchos artículos en el supermercado, es mejor escribir una lista en un papel lo cual ayudará a la memoria para que se dedique a cosas más importantes.

Agrupar en categorías Cuando no cuente con lápiz y papel, tendrá que hacer la lista en la mente, pero para que no se olvide debe agrupar por categoría. Es decir, si debe comprar en la tienda 20 artículos diferentes debe pensar, por ejemplo, en cinco frutas, tres verduras, cuatro artículos relacionados con papel, 5 con carnes y 3 relacionados con detergentes.

Hacer conjuntos de números Si debe recordar una buena cantidad de números, se aconseja hacer conjuntos. Por ejemplo, recordar los dígitos 4,5,6,1,4,1,4 probablemente no resulte fácil, pero recordar el número telefónico 456-1414 no es tan difícil, ya que están agrupados.

Hacer asociacionesSi debe recordar el nombre de alguien, relacione su rostro o una característica de esa persona con su nombre. Por ejemplo: Un señor de apellido Mariscal, asócielo con un uniforme galonado.

Buscar "indicadores". Es importante para recordar, buscar un hecho que le sirva como indicador. Por ejemplo: Si no recuerda la fecha en que trabajó en una empresa financiera, pero recuerda que estuvo saliendo con una persona con quien iba mucho al cine y que su película favorita fue “La Guerra de las Galaxias”, puede, entonces, concluir que trabajó en la empresa a finales de los años 70.

Hacer una prueba. Muchos estudiantes se quejan que cuando van a un examen se le olvida todo lo aprendido. Una forma de ayudarlos consiste en la confección de un cuestionario de prueba antes de la prueba con el fin de verificar si verdaderamente han aprendido el tema del examen.

Conservar la calma. La tensión y la ansiedad pueden afectar la memoria. Por ello, se recomienda mantener la calma principalmente frente a un examen o una presentación en público

Verificar tanto su alimentación como los medicamentos que tomaMuchos fármacos pueden contribuir a la mala memoria como las pildoras para dietas, para controlar la presión arterial o antihistamínicos. Inclusive tomar mucho licor puede afectar negativamente la memoria.


Todos sea..para manterner nuestra memoria agil y joven..aunque ultimamente he podido advertir que usando la computadora..se hace trabajar cada vez mas la memoria..y esta se torna mas agil.

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