domingo, 6 de julio de 2008

Trouble la perrita herredera


La magnate estadunidense Helmsley legó 12 millones de dólares a su perrita Trouble, pero otros animales heredarán el resto de su fortuna, estimada entre 5 mil y 8 mil millones de dólares.

El diario The New York Times reveló el destino de la herencia este miércoles en primera plana, citando a dos personas con acceso al testamento de Helmsley, apodada La reina de la maldad por los tabloides de la ciudad.

Al morir la multimillonaria el año pasado, a los 87 años, se supo que había destinado a obras de caridad la fortuna amasada en el sector inmobiliario, menos 12 millones de dólares legados a su perra, y otro tanto a familiares.

Según The New York Times, una “declaración” de dos páginas redactada en 2003 y adjunta al testamento precisa que las obras de beneficencia estarán destinadas “al cuidado y bienestar de los perros”.

Los testigos relataron que inicialmente la ex dueña del edificio Empire State, el rascacielos más alto de la ciudad, había fijado dos destinos a su generosidad: ayudar a los indigentes y proteger a los canes.

Sin embargo, un año después, la voluble millonaria cambió de idea, modificó el documento que lleva su firma y eliminó la primera voluntad, legando su inmensa fortuna a los perros y nada a los pobres.

Según The New York Times, las personas encargadas de ejecutar las voluntades de la empresaria están preocupadas, no saben bien cómo disponer del dinero y temen una reacción de indignación de la opinión pública.

Cuando el año pasado se anunció que Helmsley había testado en favor de Trouble y desheredado a dos nietos, contra la perrita se lanzaron amenazas de muerte, y hubo que enviarla a un hotel de lujo en Florida y pagarle seguridad especial.

Por otra parte, la fortuna en juego es tal que representa un monto por lo menos 10 veces superior al de las 7 mil 381 organizaciones de protección de animales registradas por el fisco en Estados Unidos.

Al morir, la magnate disponía de unos 2 mil 300 millones de dólares en activos, y los bienes inmuebles que poseía, heredados en buena parte del imperio de su ex marido Harry Helmsley, están estimados entre 3 mil y 6 mil millones. La fortuna podría así ser destinada a financiar escuelas de veterinaria o a investigaciones sobre enfermedades que afectan a los perros.

Según algunos abogados, no es seguro que todo el dinero sea legado al mejor amigo del hombre, porque la declaración firmada estipula en otro párrafo que los ejecutantes pueden distribuir la herencia como les parezca.

Una juez de Nueva York ya había decidido el mes pasado retirar 10 de los 12 millones recibidos por la perrita maltés y conceder 6 millones a dos nietos desheredados por La reina de la maldad.

La letrada había considerado que Helsmley no estaba en su pleno juicio al redactar las últimas voluntades y privar de toda herencia a dos de los deudos, dando por única explicación en el testamento: “Ellos saben por qué”.

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