miércoles, 26 de marzo de 2008

Confeccionan abrigos con perros muertos




Un matrimonio británico demuestra su amor por sus perros muertos confeccionando abrigos con su pelo. Beth y Brian Willis perdieron a 'Kara', un Samoyedo blanco, hace 12 años y a 'Penny', un Lapphund sueco, en 2002.

Ambos se inspiraron en la princesa Diana de Gales, a quien vieron con un abrigo de pelo de perro en el programa televisivo sobre Crufts, un concurso canino británico. Fue así como decidieron recopilar todo el pelo que sus mascotas dejaron por la casa y hacerse dos abrigos.

Ahora que ambos tienen sus abrigos de piel de perro dicen que la memoria de sus queridas mascotas es "cálida y además impermeable". Cada sábado, para no faltar a la costumbre, pasean con lo que queda de sus estimados amigos mientras hacen la compra.

"Son muy calentitos e impermeables. Incluso llego sudando cuando voy en el autobus", dice Brian, un jubilado de 73 años. Por su parte, Beth luce el abrigo blanco hecho con el pelo de 'Kara'.

"Los que nos vendieron los cachorros nos dijeron que su piel podía usarse para ropa". Según Beth, llevar un abrigo de perro se siente como angora pero más "ligero y suave", y luce mejor con cada lavado.

"La gente se sorprende cuando descubren que llevamos abrigos de perro. Algunos piensan que es asqueroso y nos preguntan cómo podemos hacerlo, pero a nosotros nos parece de lo más normal". Y Beth ya ha recogido suficiente pelo como para confeccionarse un nuevo abrigo.




Ahora pueden vestirse con sus queridas mascotas muertas

La gente dice que estoy loco y probablemente tengan razón, pero ahora siempre llevo a mi Penny conmigo


Pursuit Force Los amantes de los animales demuestran su afecto hacia su mascota de muy diversas formas: unos hacen el amor con ellos, otros se los comen el día de Acción de Gracias y algunos llegan a vestirse con sus pieles. Esta última y ética opción ha sido la elegida por Beth y Brian, una pareja norteamericana que aún no ha sido declarada incapacitada.



Cuando sus perros fallecieron (en extrañas circunstancias) decidieron quedarse con un recuerdo de sus pequeños amigos, por lo que les arrancaron el pelo y las pieles para confeccionar un par de abrigos. “La gente dice que estoy loco y probablemente tengan razón, pero ahora siempre llevo a mi Penny conmigo, no sólo en mi corazón, sino en todo mi tronco y extremidades superiores” explica Brian, mientras realiza un boceto de unos elegantes botines de mastín.
La pareja, antes en su sano juicio, tuvo la idea de despellejar a sus fenecidas mascotas cuando vieron por la tele (ese gran invento adoctrinador del siglo XX) a la princesa Diana, portando una bufanda de pelo de perro (y no hablo de Mr. Charles). “Entonces comprendí que mi perrita y yo estaríamos unidas por siempre de alguna manera. No dudé ni un segundo en que algún día me haría un abrigo con ella” comenta la señora Beth.
Partiendo de esta brillante idea, voy a esperar a que mi abuelo deje de respirar para fabricarme unos vaqueros con la piel flácida de su gaznate.

No hay comentarios:

Publicar un comentario