miércoles, 7 de marzo de 2012

EL REGALO DEL NOVIO A LA NOVIA.

Un  amigo mío se fue a Madrid en viaje de trabajo, sabiendo que 
su  novia necesitaba unas gafas para la vista y, encontrando la ocasión  de  comprarle unas muy bonitas y baratas, entró en una óptica.
Después  de  ver  unas  cuantas,  se  decidió por unas y se las compró... 

La dependienta se las envolvió y pagó la cuenta pero, al
 marcharse, en lugar de coger el paquete con las gafas, cogió
 otro muy parecido que había al lado.

  El paquete contenía unas bragas que una clienta de la óptica
  acababa de comprarse en una corsetería.

  Mi amigo, que no se dio cuenta de la equivocación, se fue
  directamente a correos y le envió el paquete a su novia, junto
   con una carta.
   La novia al recibirlo se quedó extrañadísima con el contenido
   así que abrió la carta y leyó.....

          Querida Marta:

   Espero que te guste el regalo que te envío, sobre todo por la
   falta que te hacen, ya que llevas mucho tiempo llevando las
   mismas y éstas son cosas que se deben cambiar de vez en     cuando.

          Espero haber acertado con el modelo. La dependienta me dijo que era
          la última moda, de hecho me enseñó las suyas y eran iguales.

          Yo, para comprobar si eran ligeras, las cogí y me las probé
          allí mismo. No sabes como se rió la dependienta, porque esos
          modelos femeninos en los hombres quedan muy graciosos y más a
          mí, que sabes que tengo unos rasgos muy prominentes.

          Una chica que había allí me ayudó también a decidir. Me las
          pidió, se quitó las suyas y se las puso para que yo pudiera ver
          el efecto.

          A esta chica le lucían menos que a la dependienta, porque el
          pelo se las tapaba un poco por los lados, pero aún así, me
          pareció que le favorecían muchísimo..

          Finalmente me decidí y te las compré. Póntelas y se las enseñas
          a tus padres, hermanos y, en fin, a todo el mundo, a ver qué
          dicen.

          Al principio te sentirás rara..., acostumbrada a ir con las
          viejas, y últimamente a no llevar ningunas...pero sobre todo,
           mira que no te estén pequeñas, si no te van a dejar señal
           cuando te las quites.

          Ah, y ten cuidado también de que no te estén grandes, no sea
          que se te caigan cuando vayas andando.

          Para que te sean útiles y resulten más bonitas, me han
          aconsejado que las limpies muy a menudo.

          Igualmente me recomendaron que tengas cuidado con los roces
          porque se acaban estropeando.

          Llévalas con cuidado y, sobre todo, no vayas a dejártelas por
          ahí y las pierdas, que tú tienes la costumbre de quitártelas en
          cualquier parte.

          En fin, para que te voy a decir más.... Estoy deseando vértelas
          puestas.. Creo que este es el mejor regalo que podía hacerte.


        

       Un beso de tu querido  Antonio

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