viernes, 25 de junio de 2010

La Infidelidad... te duele...te quiebra..te rompe..


¡La infidelidad es tan buena que nunca debe de ser saboreada, porque como sucede con las drogas todo lo que es noble lo destruye!


Afrontando el conflicto

Cuando uno en la pareja se entera de, o se le confiesa, la infidelidad, no existen fórmulas para enfrentar en calma la crisis que resultará, ni razones válidas que sirvan como excusa. Los efectos son devastadores. Resultando en un choque emocional muy fuerte y doloroso. La traición menoscaba la confianza y la seguridad que de antes se sentía entre ambos, ataca la autoestima y hace que alguien se sienta inferior, aunque, a veces, se siga sintiendo un gran apego emocional hacia el inculpado.

La pareja engañada atraviesa por diferentes fases que van desde la indiferencia hasta la furia. Su reacción suele estar cargada de hostilidad, pudiendo devolver la infidelidad teniendo conductas infieles. La persona asimismo se vuelve desconfiada y persigue cualquier pista que le asegure que la infidelidad terminó. A menudo se compara con el amante en todo y a veces lo busca personalmente, simplemente para verlo y, o para establecer comparaciones muy tristes.

Pero la consecuencia más frecuente y terrible es la separación, o incluso el alejamiento entre la pareja, pues hay quienes perdonan pero no olvidan y la relación juntos nunca vuelve a ser la misma. Una simple aventura sexual pasajera puede, como error irreparable, acabar con la relación de pareja y destruir a la familia, provocando un desequilibrio emocional muy difícil de superar.

¿Qué hacer ante una infidelidad?

El adulterio es una verdadera prueba de fuego, porque destruye a aquellas uniones en las que falta el amor, pero que puede asimismo fortalecer a algunas parejas maduras que se aman. La infidelidad puede estrechar los lazos de la relación, siempre y cuando se hable del por qué y que esto último sea resuelto.

Lo que hay que tener claro es que sí existen soluciones para salir de esta situación y superar la crisis, pero para ello es necesario:

Abandonar el papel de víctima contra el engañador.
Tener una comunicación abierta entre ambas partes.
Analizar los motivos por los que se sienten infelices en la relación.
Reflexionar en la realidad de el hecho de que si las razones para la existencia de la relación (amor, confianza, estabilidad) todavía persisten. ¿Por qué echarlo todo a perder por un affaire transitorio?

Sin embargo, hay que estar conscientes de que para que se dé la ruptura de una relación, no es necesaria la existencia de un amante, sino que es suficiente perder cosas tan valiosas como el placer de estar juntos, el calor emotivo, la intensidad, la satisfacción sexual o la comunicación.

Para lograr una salida, hay que tener buena voluntad y gozar de asistencia profesional calificada y competente.

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