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Baltasar Queija de la Vega |
Si hay un himno militar en España famoso y conocido por el público en general, ese es
El Novio de la muerte.
Esta canción legionaria ha sido capaz de emocionar con el paso de los
años a muchas generaciones. Su letra, la tremenda y triste historia que
narra, es capaz de tocar la fibra sensible de aquellos que la escuchan,
sean civiles o militares, y que sea tarareada en espacios y lugares muy
diferentes. Pero, lo más emotivo de esta canción, es que se basa en una
historia real, en la del Cabo Baltasar Queija de la Vega, el primer
muerto que tuvo la Legión Española, el que abrió la lista de esos 10.000
Caballeros Legionarios que sacrificaron su vida en el altar de la
Patria.
Queija de la Vega había nacido en el onubense pueblo de Minas de
Riotinto un 21 de Mayo de 1902. Con tan solo 18 años, en Noviembre de
1920 se alista en la recién creada Legión, conocida entonces como Tercio
de Extranjeros, concretamente en la II Bandera. Parece ser, que el
motivo de su llegada al Tercio, fue una discusión con tuvo con su novia,
una chica de su mismo pueblo. No sabemos como de grave fue el enfado,
ni que pretendía Queija de la Vega con su marcha; pero el caso es que al
poco de llegar a la Legión recibe una carta donde se le comunica que su
amada había fallecido. El joven Cabo, que desde su llegada al Tercio se
había destacado como un eminente poeta y romántico, recibe la noticia
como un cuchillo en el corazón. El propio Millán-Astray dijo en la
revista “Nuevo Mundo”, que aunque el muchacho era bravo como un león, lo
vio llorar desconsolado al recibir la misiva y que al interesarse por
él el fundador, el poeta legionario le dijo “Mi Teniente Coronel, ¡Ojalá
que la primera bala que se pierda sea para mí!”
Y así fue, al poco tiempo, cuando su escuadra se retiraba al campamento
de Zoco el Arbáa de Beni Hassán, al sur de Tetuán, después de haber
estado prestando unos servicios de seguridad en la zona, recibieron un
ataque de los cabileños. El día estaba ya cayendo y resistieron con
valor el fuego enemigo que pretendía acabar con ellos y robarles las
armas. Aunque se rechazó con éxito el ataque, la Legión acababa de
entregar su primer hombre a España, el Cabo Queija de la Vega encontró
esa bala perdida que le llevo a reunirse con su amor. La historia que
dio origen a la canción se debe a que al recoger su cuerpo, además de
encontrar la trágica carta donde se le comunicaba la muerte de la novia,
tenía también un pequeño poema escrito que decía lo siguiente:
Somos los extranjeros legionarios
El Tercio de hombres voluntarios
Que por España vienen a luchar
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Cartel del Teatro donde se cantaba
El Novio de la Muerte |
Millán-Astray ordenó que se le diera sepultura con todos
los honores militares. No tardó su bella y romántica historia en darse a
conocer y esta inspiró al escritor Fidel Prado para crear la letra de
la canción, a la cual puso música el músico catalán Juan Costa. En un
principio el ritmo de la canción era el de un cuplé y como tal sería
interpretada por primera vez por la artista Mercedes Fernández González,
de nombre artístico Lola Montes, en el Teatro Vital Aza de Málaga. En
una de las funciones estaba presente la Duquesa de la Victoria,
encargada de dirigir los hospitales de la Cruz Roja en Marruecos. Como
era el verano de 1921 y habían empezado las operaciones del General
Silvestre para pacificar el Rif, la Duquesa, encantada con la canción,
convenció a Lola Montes de que fuera a Melilla a cantarla para motivar a
las tropas. Allá que fue la cupletista y allí que se encontró con el
desastre de Annual y con la llegada de la Legión para salvar a la ciudad
española. Al conocer Millán-Astray la canción no dudo en adoptarla para
sus bravos hombres que tanta sangre derramaron en aquellas difíciles
jornadas.
Desde entonces
El Novio de la Muerte quedó como himno oficioso de la Legión, con la única variación de la música, que se adaptó a ritmos más marciales.
Para acabar un video donde se narra brevemente la evolución de la canción.