La salud de personas y animales podría peligrar de confirmarse la
trama ilegal
de gestión de restos de animales que investiga el Seprona, cuyos
análisis técnicos han arrojado un dato estremecedor: se ha encontrado
ADN de perro en piensos para ali
mentar mascotas y ganado.
Ya ocurrió algo parecido con las
vacas locas, cuyo pienso estaba adulterado, y parece que la historia se repite o, mejor, que no tiene fin. En este caso, los
damnificados serían
muchos y muy distintos, afectando tanto a los consumidores (el pienso
habría entrado en la cadena alimentaria) como a los animales de granja, a
los domésticos, a sus dueños y también a los perros abandonados.
La
investigación busca dilucidar la posible elaboración de pienso a partir de los cadáveres de animales, algunos
abandonados o enfermos (perros y ovejas), que habrían sido
recogidos e
incinerados en Galicia y posteriormente tratados en la fábrica
salmantina de harinas de pienso para animales Fernando Corral e Hijos.
Carne de consumo humano y pienso
Según sospecha el Seprona, las
irregularidades se iniciarían con la misma actividad de las empresas de recogida de miles de animales muertos, incluidas
mascotas,
en diferentes puntos de la región gallega, como veterinarias (perros
que pudieron morir de enfermedad y sacrificados en general), perreras,
carnicerías o mataderos.
De confirmarse las sospechas estaríamos hablando de una auténtica
pesadilla hecha realidad: restos de perros en el pienso de los animales cuya carne
nos llevamos a la boca,
también en la comida de nuestras mascotas… Igualmente, se habría estado
condenando a pobres perros abandonados a este trágico destino, amén del
gran riesgo alimentario que supondría para la cadena alimentaria,
similar al que supuso la crisis de las vacas locas. Increíble panorama,
el que se barrunta.
La alarma social dispara los análisis
El
análisis que ha encontrado ADN de perro y ovejas en las harinas ha sido realizado por el
laboratorio
de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas
(Anfaco-Cecopesca), el único en España reconocido por la Entidad
Nacional de Acreditación (ENAC) para identificar especies animales con
análisis genéticos.
La alarma social generada ha llevado a reclamar sus servicios a numerosas
autoridades sanitarias y
empresas de piensos
de animales de granja y de mascotas que usan estas harinas para
determinar si hay en ellos restos de perro u oveja, pues la fiabilidad
del análisis de ADN es total incluso en alimentos procesados.
Estafa en la incineración de mascotas
Las empresas relacionadas con la trama, además, tienen al menos 19
expedientes
por irregularidades, abiertos por la Xunta y la Junta de Castilla y
León en los últimos años. En esta ocasión, la investigación, dirigida
por un juzgado de Pontevedra, se abrió tras realizarse varias
denuncias ante la Guardia Civil, una de ellas de una protectora de Cambados.
El refugio de animales fue alertado por
vecinos de
la zona de Vigo que se quejaban de haber sido estafados en la
incineración de sus mascotas, después de que la Guardia Civil hallase
miles de cadáveres de perros en una
fosa común de Val
Miñor y en una nave industrial de As Neves. De aquello hace año y medio,
pero es ahora cuando han salido a la luz los resultados de la
investigación iniciada entonces.
Transportistas de cadáveres y fabricantes de harinas
Por su parte, la empresa gallega S.E.A., encargada de
llevar a incinerar a Castilla y León los cadáveres recogidos en la zona de Vigo ha anunciado que
demandará por estafa a Fernando Corral e Hijos, asegurando que su empresa sólo se dedicó a hacer el transporte.
“Yo he pagado por la destrucción de esos cadáveres, pero desconozco
lo que la empresa hizo después con ellos. Estoy cumpliendo la ley a
rajatabla”, asegura su dueño, que también tiene una
residencia canina en el sur de Pontevedra. A su vez, en contraste con el
hermético silencio
mantenido por Fernando Corral e Hijos, S.E.A. explica que se llevaba
los animales a incinerar fuera de Galicia, donde existe una empresa que
lo hace, era porque allí le salía más económico… y bla, bla bla.
En fin, un auténtico lío porque, además, la Guardia Civil implica a
una docena
de firmas y personas, la mayoría gallegos, que presuntamente llevaban a
la fábrica de Salamanca miles de perros y otros restos de otros
animales muertos. Pero algo está claro: todavía hay bastante que
investigar para saber la verdad, toda la verdad sobre esta
truculenta historia para no dormir que, mucho me temo, tan sólo ha comenzado.
ESTO ES UNA VERDADERA PESADILLA!!!